Cada día llega a sorprenderme más la facilidad con la que esta sociedad excluye a los que podríamos por alguna razón llamar diferentes. La verdad es que es algo triste. Es incomprensible la discriminación que existe en este mundo en el que la competitividad no deja avanzar en la humanización de los homínidos que formamos el planeta. Cualquier diferencia por pequeña que sea es una razón para creernos mejor que el otro y dejarlo de lado.
Uno de los grupos que sufre esta injusta e inhumana discriminación es la de personas con discapacidad visual. Sin embargo, hoy me acuesto con esperanza y la responsable es una noticia, noticia que siendo sincera no hubiera esperado encontrar. Y es que sólo el 5% de personas con alguna discapacidad visual se encuentra en situación de desempleo.
Aun así, continua habiendo cosas que mejorar. De hecho, muchas de estas personas admiten que se han sentido discriminadas en algún momento al ir a buscar trabajo. Y por otro lado, las herramientas que necesitan para desempeñar su labor no siempre están adaptadas a su discapacidad.
Esto es en muchas ocasiones un problema de sensibilización. Los empresarios deben ser conscientes de que estas personas necesitan de su ayuda. Pero, ¿están éstos dispuestos a ayudar? Si han contratado a una persona con discapacidad, ¿por qué no ayudarle a una mejor adaptación? Desde mi punto de vista es algo contradictorio que poco a poco debería ir solucionándose.
Pese a todo, continua siendo gratificante la alta tasa de empleabilidad de estas personas que tienden a ser marginadas. ¿Es posible que algo esté cambiando?
No hay comentarios:
Publicar un comentario